Receta de Quesillo: Un postre para compartir

El Quesillo es un postre tradicional y delicioso que se ha convertido en un símbolo de la repostería latinoamericana. También conocido como Flan de Huevo o Caramel Custard, el Quesillo se destaca por su textura suave y sedosa, su sabor dulce y su irresistible cobertura de caramelo.
La historia del Quesillo se remonta a tiempos antiguos, cuando la técnica de hacer flanes y budines se extendió por diversas culturas culinarias. A lo largo de los años, cada región ha aportado su toque único a esta receta, creando variaciones y adaptaciones que reflejan la diversidad cultural y gastronómica.
El Quesillo es apreciado por su sabor dulce y su textura aterciopelada que se deshace en la boca. Cada bocado es un placer indulgente que combina la cremosidad del flan con el dulzor caramelizado del caramelo. Es un postre perfecto para satisfacer los antojos de aquellos que buscan una experiencia dulce y reconfortante.
Este postre versátil se puede disfrutar en cualquier ocasión, ya sea como un dulce casero para compartir en reuniones familiares, como un postre clásico en festividades o como un regalo para amigos y seres queridos. Su sencillez en la preparación y su capacidad para ser almacenado en el refrigerador lo convierten en una opción conveniente para disfrutar en cualquier momento.
En resumen, el Quesillo es un postre tradicional y delicioso que combina la suavidad y el dulzor del flan con la irresistible cobertura de caramelo. Si buscas una experiencia culinaria dulce y reconfortante, no puedes resistirte a una porción de este postre, un verdadero placer para los amantes de los postres. Este clásico de la repostería latinoamericana te transportará al mundo de los sabores dulces y te brindará una experiencia culinaria inolvidable.
MIRA EL VIDEO CON LA RECETA EXPLICADA PASO A PASO:
¿Como hacer Quesillo?
Ingredientes:
1 taza de leche condensada
1 taza de leche evaporada
4 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 taza de azúcar
1/4 de taza de agua
Paso 1
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y prepara un molde para quesillo o budín, previamente caramelizado. Puedes caramelizar el molde agregando el azúcar y el agua en una cacerola a fuego medio. Remueve constantemente hasta que el azúcar se derrita y adquiera un tono dorado. Vierte rápidamente el caramelo en el molde y asegúrate de cubrir bien toda la superficie.

Paso 2
En un tazón grande, mezcla estos ingredientes: la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la esencia de vainilla. Bate la mezcla hasta obtener una consistencia homogénea.
Paso 3
Pon la mezcla del quesillo en el molde caramelizado y cubrelo con papel de aluminio. Esto ayudará a que se cocine de manera uniforme y conserve su humedad.
Paso 4
Coloca el molde con el quesillo dentro de una bandeja para horno más grande y llena la bandeja con agua caliente, creando un baño de María. El agua debe llegar aproximadamente a la mitad del molde para asegurar una cocción suave y uniforme.
Paso 5
Lleva el quesillo al horno y déjalo cocinar durante 50 minutos a una hora, o hasta que al introducir un palillo en el centro, este salga limpio.
Paso 6
Una vez que el quesillo esté listo, retíralo del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 3 horas para que adquiera su textura característica.
Paso 7
Pasado el tiempo de refrigeración, desmolda el quesillo con cuidado. Coloca un plato sobre el molde y, sujetándolos firmemente, dale la vuelta para que el caramelo cubra el quesillo.
Paso 8
Sirve el quesillo en porciones individuales y decora al gusto con hilos de caramelo, frutas frescas o crema batida.

Conclusión:
El Quesillo es un postre clásico que nunca puede faltar en nuestras recetas. Este postre permitirá disfrutar de su sabor y textura inigualables en la comodidad de tu hogar. Comparte este delicioso manjar con tu familia y amigos, y crea momentos especiales alrededor de la mesa. ¡No te resistas a la tentación del quesillo casero y déjate conquistar por su irresistible encanto dulce!
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